"Nombramientos judiciales" - Enrique Barros
A poco de instalada, la Academia Judicial tuvo que introducir un examen psicológico como puerta de acceso a la judicatura. Los primeros egresados solían llegar a los tribunales con un afán de poder ajeno a la función judicial. En contraste, los jueces debieren ser los más parcos y humildes servidores públicos. Parcos, porque solo hablan con sus sentencias; humildes, porque aplican razonadamente el derecho y controlan sus apetitos protagónicos.
La selección de miembros de la Corte Suprema y del Tribunal Constitucional debiere considerar estos principios. Los mecanismos actuales son inidóneos. El sistema debe permitir deliberación acerca de las características humanas y profesionales de los nominados. Órganos ad hoc de nominación, eventualmente de origen parlamentario, judicial y gubernamental, que discurran en una mesa y tomen su decisión por dos tercios, han dado buenos resultados en otros lugares. Es un camino para introducir un juicio razonable y plural en las nominaciones.