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Frases del 11-S y la guerra contra el terror

Frases del 11-S y la guerra contra el terror

Con ocasión del XX aniversario de los ataques terroristas contra las Torres Gemelas y el Pentágono, el 11 de septiembre de 2001, consignamos una sinopsis de frases de diversos actores de la época, recopiladas a partir del documental de Netflix “Punto de Inflexión”. Incluimos también fragmentos de las memorias de Barack Obama“Una Tierra Prometida”.

 

PUNTO DE INFLEXIÓN:

“El presidente entendía que esto no hubiera sido posible, excepto por el hecho de que, en Afganistán, los talibanes le habían dado a Al-Qaeda un lugar seguro para planear satisfactoriamente este ataque. Y el presidente decidió muy rápido que no solo perseguiríamos a los responsables de los ataques, sino también a aquellos que ampararon a la gente, la ayudaron a planear y le dieron la oportunidad de perpetrar estos ataques. Creíamos que, para poder eliminar, o al menor reducir el potencial de Al-Qaeda, sería importante hacerles daño a los talibanes.”

Alberto Gonzales, abogado de la Casa Blanca

 

“[El vicepresidente Dick] Cheney desarrolló una opinión sólida sobre el poder presidencial según la Constitución (…) su opinión básica es que en cuestión de guerra y seguridad nacional el presidente está a cargo y él puede hacer lo que considere necesario y el Congreso no puede interponerse, y si se interpone, el presidente puede ignorarlo, esa era su opinión legal. Era una opinión absolutista de los poderes del presidente en tiempos de guerra.”

Jack Goldsmith, asesor jurídico del Departamento de Defensa y de Justicia

 

“El 11 de septiembre fue el primer día que me presenté en mi nueva estación de trabajo (…) pero lo que no conocía esa mañana, eran las decisiones secretas tomadas en los niveles más altos del Gobierno, y lo que el Gobierno estaba dispuesto a hacer bajo manto de seguridad nacional, totalmente por fuera de la ley”.

Thomas Drake, exejecutivo Senior de la Agencia de Seguridad Nacional

 

“El hecho de que acabáramos invadiendo Irak, ha sido considerado por muchos como uno de los errores de política exterior más importantes en la historia de EE.UU.”.

Bruce Hoffman, senior fellow del Council on Foreign Relations

 

“Había un general de Gran Bretaña, el general David Richards. Era el comandante de las fuerzas estadounidenses de la OTAN en Afganistán. Su entrevista decía: no teníamos una estrategia. No teníamos una estrategia adecuada. Teníamos muchas tácticas, no teníamos una estrategia. Él es el comandante de guerra y ¡no tenía una estrategia!”.

Craigh Whitlock, autor del libro “The Afghanistan Papers: A Secret History of War”

 

“Como muchas otras mujeres afganas, he visto a los talibanes golpear a mujeres en la calle por no usar un hiyab o un burka adecuado, por ir a consultar a un médico sin un acompañante varón. Afganistán es uno de los peores países del mundo para ser mujer. ¿Cuánto más debemos ceder por el costo de la paz?

Fawzia Koofi, exmiembro del Parlamento Afgano.

 

BARACK OBAMA

 

“A diferencia de algunas personas de izquierdas, yo jamás suscribí una condena total de la forma en que la Administración Bush había gestionado la lucha antiterrorista (…) A mi juicio, mi trabajo consistía en arreglar aquellos aspectos de la lucha contra el terrorismo que había que mejorar y no tanto en arrancar las raíces y cortar las ramas para empezar de cero.”

 

“Varios exmiembros de la Administración Bush – sobre todo el anterior vicepresidente Dick Cheney– asumieron como una misión personal avivar tenazmente esos miedos [del 11-S], y consideraron que mi decisión de reformular el tratamiento de los terroristas detenidos era un ataque a su legado (…) [Dick Cheney] me acusó de haber regresado al ‘modo de aplicación de la ley’ previo al 2001 en la gestión de los terroristas, en lugar de comprender el ‘concepto de amenaza militar’, y declaró que, al hacerlo, estaba aumentando el riesgo de un nuevo ataque”.

 

“En los días posteriores al ataque en Abbottabad [en que murió Osama bin Laden] todos los miembros de la Casa Blanca notamos un cambio palpable en el estado de ánimo del país. Por primera y única vez en mi presidencia no tuvimos que justificar lo que habíamos hecho.”

 

“Esos pensamientos desencadenaron otro: ¿aquella unidad de esfuerzos, aquella idea de un propósito compartido, sólo era posible cuando ese propósito era matar a un terrorista? La pregunta me inquietaba. Pese al orgullo y la satisfacción que sentía por el éxito de nuestra misión en Abbottabad, lo cierto era que estaba más eufórico la noche que se aprobó el proyecto de ley de atención sanitaria.”