Técnicamente es imposible que la ley contemple la figura de matrimonio indisoluble. De manera que dicha figura no podría ser parte de las reformas que se buscan introducir a la Ley de Matrimonio Civil promulgada el 7 de mayo de 2004 que incorporó, entre otras cosas, la acción de divorcio.
Lo anterior es parte de la presentación que realizó, ante la Comisión de Familia de la Cámara de Diputados, la profesora y directora del Departamento de Derecho Privado de la Facultad, Maria Dora Martinic.
La académica y experta en Derecho de Familia fue invitada para comentar las reformas que el Parlamento estudia introducir a la Ley de Matrimonio Civil. Entre las mociones se encuentra la figura del matrimonio indisoluble, la que permitiría a una pareja renunciar a la posibilidad de divorcio.
No obstante, para la profesora Martinic ello no está en concordancia con el ordenamiento jurídico, pues constituye una renuncia anticipada y tácita a una acción irrenunciable.
"La autonomía de la manifestación de voluntad es el orden público", afirma. Y como las cuestiones relativas a familia y matrimonio tienen que ver con el orden público (Art. 12 del Código Civil), es "técnicamente imposible" renunciar a la acción de divorcio que contempla la Ley de Matrimonio Civil, concluye.