"Justicia constitucional y consenso en las sentencias" - Enrique Navarro
En estos días el Tribunal Constitucional (TC) español ha cumplido 40 años desde su instalación efectiva en 1980, en cumplimiento de la Constitución Política de 1978. Su presidente, Juan José González Rivas, destacado jurista de carrera judicial, ha señalado que “las sentencias tienen que salir con suficientes mayorías o por unanimidad, porque esto da seriedad y certeza”. Por lo mismo, “el mejor deseo e intención es la búsqueda de unidad en la deliberación o el apoyo mayoritario”. De esta forma, los jueces que forman parte del TC son “servidores públicos buscando la resolución pronta y satisfactoria de temas muy complicados”. En suma, ha concluido, el deber esencial de quienes componen el TC y su código ético es “la discreción y estudio”.
El maestro Gabriel Zagrebelsky, presidente también en su momento del TC de Italia, recordaba que siempre trataba de buscar la unanimidad o máximo acuerdo, postergando a veces la dictación de las sentencias hasta el momento en que se producía consenso, pues eso le daba más fuerza y legitimidad a las decisiones. El autor llama la atención del “activismo cuantitativo” y la “mera productividad” como una tentación que debe resistirse en las presidencias. En suma, “su competencia y capacidad para dirigir el Tribunal no se mide en cifras sino en la cohesión entre los jueces y en el consenso en las resoluciones”.
Como resume el juez mexicano Leonel Castillo, con medio siglo de experiencia, las principales virtudes que debe tener un juez son capacidad de diálogo, humildad, circunspección, previsión, coherencia, tiempo, preparación y actualización cultural, cortesía y buen trato, autolimitación, intuición y consistencia.Y es que, en palabras de Aristóteles, “el hombre prudente es en general el que sabe deliberar bien”.
Por lo mismo, deben celebrarse las resoluciones dictadas por el TC en las que se ha obtenido un alto grado de acuerdo, porque ellas dan cuenta de un adecuado proceso deliberativo en el que se busca una decisión más sabia. En tal sentido, deben resaltarse tres sentencias dictadas en el último tiempo y en el que se alcanza un evidente consenso que debe felicitarse, porque dan cuenta de una verdadera “jurisprudencia”.
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