35 relatores nacionales, 4 conferencistas internacionales y más de 160 asistentes provenientes del ámbito académico, organismos públicos, estudios jurídicos, empresas y ONGs. Esas son las cifras globales que dejaron las Primeras Jornadas sobre el Régimen Jurídico de las Aguas co-organizadas por los Centros de Derecho Ambiental y de Regulación y Competencia de la Facultad, en conjunto la Dirección General de Aguas.
En la actividad, que se desarrolló en el Aula Magna del edificio de Pío Nono 1 los días 5 y 6 de diciembre, se expusieron y debatieron temas relacionados al régimen público de las aguas y titularidades privadas, conflictos en el uso de aguas, desafíos ambientales y sociales de la regulación del agua, polifuncionalidad del agua, institucionalidad, temas emergentes y una Mesa Redonda que permitió un profundo análisis crítico de los desafíos que implica una reforma al Código de Aguas.
El director del Centro de Derecho Ambiental, profesor Sergio Montenegro, valoró la calidad de las exposiciones de las Jornadas, especialmente por las divergencias de posiciones de algunos relatores, lo que enriqueció el debate junto a las consultas del público asistente.
"Uno de los objetivos de las Jornadas fue abrir el debate académico, en torno a un tema de real trascendencia y actualidad como lo es la reforma al Código de Aguas, cuya tramitación y aprobación por la Cámara de Diputados se produjo casi simultáneamente con el inicio de las Jornadas. Queda por continuar su trámite ante el Senado", explicó el profesor Montenegro.
Por su parte, el Decano Davor Harasic planteó que si bien señalar que el agua es un bien escaso es un dato por todos conocido, “es relevante mirar la materialización de ese hecho en nuestra realidad concreta, para entender de qué hablamos cuando debatimos sobre el derecho para acceder a ese bien”.
En ese sentido, el Decano subrayó que “la realidad de sequía en importantes regiones del país; el deterioro ambiental producto de una deficiente distribución del aprovechamiento; el perjuicio a comunidades humanas en beneficio de quienes acaparan el poder para explotar un recurso natural fundamental; o las ventajas que unos sacan producto de las fisuras normativas o la debilidad de las entidades reguladoras, son todos elementos que preocupan, justamente, porque encuentran amparo en un ordenamiento jurídico específico que hoy tenemos la oportunidad de revisar”.
El Decano Harasic destacó finalmente la realización de este tipo de seminarios y su sentido académico crítico, “porque nos invita a demostrar que el debate sobre las reglas que regulan nuestra vida en común no está clausurado y no puede clausurarse, ni aun por quienes acostumbran augurar incertidumbre e inestabilidad”.