El pasado 3 de noviembre asumió la Secretaria de Estudios de nuestra Facultad, Débora Quiero Benavente. Nacida en Chillán, casada y con una hija de tres años, se autodefine como una persona sencilla, muy querendona de su familia y que disfruta leer, principalmente novelas, entre otras actividades.
Abogada de la Universidad de Chile, cuenta que de niña quería ser astronauta –“como todos”, dice riendo- pero más grande, ya en la enseñanza media tuvo claro que quería estudiar Derecho.
“Tenía la oportunidad de haberme quedado estudiando en mi región, pero quería hacerlo en la Universidad de Chile así que decidí venirme a Santiago. Y es la mejor decisión que tomé. Fue una gran experiencia. Estudiar en esta Facultad fue una muy buena etapa de principio a fin”, relata.
Afirma que le entusiasman muchas áreas del Derecho; porque le entusiasma aprender y tiene intereses diversos. Realizó su práctica en la Fiscalía Metropolitana Sur, y siente especial afinidad por el Derecho Público y dentro de éste, el Derecho Administrativo y también el Derecho Ambiental. Su cédula de grado la desarrolló en Derecho Constitucional.
“También me gusta la academia, enseñar. Eso debe ser por mi mamá, que, sin ser profesora, tenía el don de enseñar. De hecho, siempre le preguntaban si era profesora. Me atrae el ambiente universitario, la investigación, me motiva estar siempre aprendiendo”, agrega.
Una vez titulada realizó un Magíster en Derecho Ambiental en la Univeristat Rovira i Vigili en Tarragona, España.
Ingresó a la Facultad como Coordinadora Ejecutiva de Postgrado, también fue ayudante del Centro de Derecho Ambiental y de otras cátedras, y últimamente abogada asistente de la Dirección de Escuela de Pregrado.
“Venía trabajando con el equipo de la Dirección de Escuela -un gran equipo- desde hace varios años. Y la señora Mónica (Velozo) estaba en su proceso de retiro. Y surgió esta oportunidad de asumir la Secretaria de Estudios”, cuenta sobre su nuevo cargo.
Y añade: “Tomar esta posta, es un desafío gigante, porque la señora Mónica lleva más de 30 años acá y otros muchos años en la universidad, ha hecho un gran trabajo”.
Pero más allá de los desafíos que vienen, la entusiasma el servicio.
“Me gusta mucho estar en contacto con la gente, poder ayudarles, continuar la senda de la buena atención que tiene esta unidad y poder brindar siempre la mejor cara a los estudiantes que son el espíritu de la Facultad”.

