La desprotección en la que se encuentran las personas ancianas es como una crónica de una muerte anunciada, especialmente en lo que respecta al acceso a la salud y protección social. De ahí que sea necesario establecer un estatuto jurídico especial para ellos, sostuvo el profesor de Derecho U. de Chile, Gonzalo Figueroa.
En el marco del “Seminario de Bioética, algunas consideraciones frente a la muerte”, el académico, que además estuvo a cargo de la organización del evento, señaló que la extensión de las expectativas de vida traerá consigo una serie de problemas éticos, los que, al mismo tiempo, exigirán un mayor cuidado hacia la población de mayor edad.
El profesor Figueroa se refirió, por ejemplo, a los cuidados paliativos que se deben establecer en una legislación especial para que los adultos mayores no sólo tengan un buen morir, sino que también gocen de “un mejor vivir”.
De ahí que se mostró especialmente crítico con el actual sistema de salud administrado por las Isapres. Lo calificó de “atentatorio” contra los ancianos, considerando el hecho que a mayor edad se encarezcan los planes, lo que genera que, particularmente los jubilados, terminen en el también deficiente sistema público.
Tampoco parece razonable, reflexionó, que exista una edad obligatoria para jubilar, ya que hay ciertas funciones que una persona de 60 o 65 años puede seguir realizando de manera satisfactoria.
Para el académico la idea es permitirle a este sector de la población chilena encontrar sentido a sus vidas, evitando que se sientan discriminados y desvalorados por el resto.
El ejemplo de Argentina
Más avanzado es el caso de Argentina, donde incluso se han suscrito tratados internacionales que exigen incorporar de manera progresiva medidas necesarias para la protección de la persona anciana. Lo mismo a nivel constitucional, señaló la jueza trasandina, Aida Kemelmajer de Carlucci.
Ello ha permitido, entre otras iniciativas, la existencia de programas especiales de salud, alimentación ylaborales, a lo que se suma el apoyo a organizaciones que tengan como fin mejorar la calidad de vida de los ancianos, destacó.
Además, sostuvo que la labor de los jueces ha sido determinante para que los derechos del adulto mayor se cumplan de manera efectiva.
Cabe señalar que el panel de expositores del seminario también lo integraron las profesoras María Casado, María Jesús Buxó, Lidia Buisán, todas de la Universidad de Barcelona; y Ángela Vivanco, de la Pontificia Universidad Católica de Chile.