Aniversario del Informe del Club de Roma y último Informe del IPCC

Columna del Prof. Sergio Montenegro Arriagada, Investigador del Centro de Derecho Ambiental

Dos importantes acontecimientos con trascendentales proyecciones ambientales han coincidido recientemente:

Se han cumplido 50 años de la elaboración del Informe “Limits to Growth”, a cargo del MIT, a petición del Club de Roma, bajo la Coordinación de la bióloga ambiental Donella Meadows, que planteó un conjunto de predicciones que, tempranamente (1972), advertían sobre la inminente crisis que afectaría a la población mundial y los recursos naturales, si se mantenían los altos índices de crecimiento de aquella y sobreexplotación de estos. Como era de esperar , tal Informe recibió duras críticas de ciertos sectores de la comunidad mundial, que advertían hasta un sesgo neomalthusianista en sus medidas para controlar el aumento de población . En general fue calificado como “catastrofista o extremadamente alarmista”.

Pero, más tarde que temprano, todas las predicciones del citado Informe se han ido cumpliendo, en mayor o menor medida.

Reconociendo la temprana advertencia sobre la crisis ambiental , a nivel global, que nos señaló el citado Informe, coincidente en el año 1972, con la Primera Conferencia Mundial sobre Medio Ambiente (Estocolmo ), a la que siguieron las Conferencias de Río (1992), Johannesburgo (2002), Río+20 (2012), los Informes de Nicholas Stern (2010), el Informe de Partha Dasgupta (2019),los generados por Al Gore ( 2 versiones de “Una verdad incómoda”), más los 5 informes del Panel Intergubernamental del Cambio Climático ( IPCC ) y tantos otros diagnósticos, como los informes sobre el estado del medio ambiente en Chile de la OCDE y los elaborados por el Instituto de Estudios Públicos de la U. de Chile, escaso o nulo avance se ha logrado a nivel mundial y local sobre   una decidida protección o conservación ambientales.

Desgraciadamente, el preclaro diagnóstico del Informe del Club de Roma fue menospreciado y livianamente criticado, perdiéndose una temprana oportunidad   para corregir los graves índices de deterioro ambiental mundial.  

En esta misma línea de diagnóstico y advertencia sobre la crisis ambiental mundial, se ha publicado el último Informe del IPCC (2022), que en síntesis advierte que está “ fuera de alcance” lograr el compromiso de controlar el aumento de temperatura media del planeta a +1,5 C°, lo que implica por ej. abandonar uso del carbón al 2050 y rebajar consumo del petróleo en 60% y de gas en un 70%.  En esta misma posición crítica, el Secretario General de la ONU, Antonio Gutiérrez, denuncia que “algunos gobiernos y líderes empresariales dicen una cosa, pero hacen otra, o sea, mienten. Así, los resultados serán catastróficos”.

Por parte de Chile, se debe reconocer alguna acciones para enfrentar esta crisis ambiental: aprobación de Ley marco para el Cambio Climático, adopción de una Estrategia Climática de largo plazo, actualización de la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC)para reducción de emisiones, entre otras medidas. La pregunta obvia es: ¿Bastarán sólo la ley y las promesas o compromisos institucionales? ¿No se caerá en más de lo mismo?     

Es de esperar que este Informe del IPCC sea asumido en mayor o menor medida, pero que sea incorporado al Informe Final de la próxima COP 27 (Egipto, 7-18 de noviembre de 2022), y no sea prácticamente ignorado, como ocurrió con semejantes Informes en las COP 25 y 26 pasadas. 

 

*Las opiniones vertidas en esta sección son personales y no representan al Centro de Derecho Ambiental ni a la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.

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