#Columna: Descarbonización
Carta al director del profesor Sergio Montenegro, publicada en El Mercurio, el 7 de enero de 2021, en respuesta a la carta del Sr. Francisco López, Subsecretario del Ministerio de Energía, publicada en El Mercurio, el 2 de enero de 2021.
Señor Director:
En edición del domingo, el señor subsecretario de Energía, refiriéndose a mi carta (viernes), plantea que las cifras que expuse sobre la matriz termoeléctrica en el país serían erróneas o inexactas, ya que no distingue entre capacidad total del sistema y capacidad termoeléctrica del mismo.
Cabe señalar que manejé mi información sobre la base de fuentes disponibles y confiables, tales como CNE, Ministerio del M. Ambiente, SEA, Asoc. de Generadores, F. Terram, Chile Sustentable y otras.
El tema que desarrollé en mi carta radica en que sobre el total de potencial energético actual, el retiro de Ventanas 1 y 2 representa un 1,26% de ese total, lo que según el señor subsecretario no correspondería, ya que según su base de cálculo, los porcentajes serían 4,4 y 10%, respectivamente.
Tomando cualquiera de los porcentajes calculados, mi preocupación, tal como lo he señalado, radica en que esos porcentajes serán progresivamente insuficientes como aporte significativo a la descarbonización, ya que gradualmente están incorporándose nuevas fuentes energéticas y otras lo harán a futuro. Por razones de espacio no incluí las centrales Cochrane, Kelar, Ttanti, Luz Minera, Infraestructura Energética Mejillones, Castilla (reformulada a gas), Total: 4.168 MW. Además, habría que considerar otros 18 proyectos termoeléctricos en actual estado de evaluación en el SEA, que representan un total de 4.349 MW.
Respecto del reglamento publicado, este norma el Estado de Reserva Energética (ERE), al que se incorporan ciertas generadoras, pasando a inactividad y manteniéndose en una situación bastante atípica, ya que deben estar en condiciones de volver a la generación cuando las circunstancias, a juicio del coordinador general, lo ameriten, con notificación de 60 días de anticipación. La inquietud obvia es si tal anticipación será posible para enfrentar catástrofes recurrentes en el país, como terremotos o tsunamis.
También el texto es insuficiente o contradictorio al establecer el pago de cierta suma de dinero para las centrales que ingresan al ERE, por cinco años, prorrogables, sin precisar si ello es a título de compensación, indemnización o subsidio encubierto. Ello, por supuesto, distorsionaría el mercado eléctrico.
*Las opiniones vertidas en esta sección son personales y no representan al Centro de Derecho Ambiental ni a la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.