Sergio Montenegro: "COP-25: La COP de las ambiciones"

En reciente entrevista, en otro diario de circulación nacional, la Sra. Ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, frente a las negativas opiniones sobre el resultado mismo de la COP-25, como también, al rol desempeñado por ella, asegura que “era irreal pensar que esta humilde Ministra de un país pequeño iba a solucionar en dos semanas la problemática ambiental”.    

Se equivoca la Sra. Ministra. No se trata de humildad ni tamaño del país como tampoco que ella fuera a solucionar la problemática ambiental mundial. 

Aunque hubiera asumido una actitud enérgica y empoderada, afectó su rol la pesada y negativa carga ambiental al representar un país que tiene tan deficiente gestión ambiental (Informe Pais-2018, Inst. Asuntos Públicos - U. Chile), que mantiene “zonas de sacrificio” ambiental, que presenta inexplicables retrasos en la aprobación de normas sobre Evaluación de Impacto Ambiental, Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, reforma al Código de Aguas, nuevo delito de daño ambiental, discutible e impreciso programa de descarbonización, y renuencia a firmar el Acuerdo de Escazú. Este negativo “currículum ambiental” del país tampoco fue posible atenuar con la profesional participación de representantes del Ministerio de RR.EE.

El tamaño del país es irrelevante en este resultado. Países como Costa Rica, Uruguay, Suiza y otros han logrado mejores performances en eventos semejantes.

Por último coincido en que era absolutamente irreal plantear que en dos semanas se pretendiera solucionar la problemática ambiental mundial.

Pero, aquí estuvo el error estratégico, en mostrar un inconveniente voluntarismo y crear demasiadas expectativa triunfalistas.

Sólo la inexperiencia de la Sra. Ministra pudo imaginar aquello. La historia de todas estas reuniones y otras en el campo internacional ambiental, demuestra que los logros son muy escasos, lo que abunda son las faltas de acuerdos (no puede ignorarse que siempre es necesario la unanimidad) muchas postergaciones y en esta COP-25 abundantes ambiciones, lo que llevará a recordar a esta Conferencia como la “Cumbre de las ambiciones”, modalidad adoptada en este  evento para expresar ciertas intenciones de compromisos, respecto de las cuales no existe un control o fiscalización sobre la efectividad de tales aspiraciones.

Así los resultados de esta COP se tradujeron en la imposibilidad de acuerdo para resolver el Art.6° del Acuerdo de Paris, sobre mercado de bonos de Carbono, o para reducir las emisiones de GEI frente a la negativa de USA, Rusia, China e India, (lo que es inexplicable que se ignorara por la Delegación nacional esta tradicional posición de esos países), otros temas se postergaron para 2020, como por ej. un Fondo para cubrir daños a países vulnerables por eventos catastróficos del cambio climático, mayores esfuerzos en mitigación y adaptación, creación de Comité de Adaptación, definición de tiempos comunes, y otros.

Todo ello ha llevado a que esta Cumbre de Madrid, sea calificada como “decepcionante” según opiniones de los Secretarios Generales de Naciones Unidas y OEA, Sres. Antonio Gutiérrez y Luis Almagro, respectivamente. Por ello,  la participación de la delegación nacional se enmarca dentro de tan lapidario juicio.  Pero, en estricto rigor, el resultado no habría sido distinto con otra Ministra o Ministro, ya que la ausencia de liderazgo y falta de experiencia de la Sra. Ministra de Medio Ambiente no fueron determinantes en su calificación, sino como lo expresamos, pesó el negativo “currículum ambiental” del país.

Es de esperar que esta experiencia sea tomada en cuenta para que Chile enfrente con mayor propiedad sus responsabilidades como la Presidencia de la COP hasta su próxima versión en 2020 (Escocia) y preparar la Delegación que asista a dicha Conferencia en donde se tratarán muchos de los temas que se postergaron de la cita en Madrid.

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