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Los desafíos de una Transición Justa y el rol del Derecho en la Crisis Climática

Prof. Costa participa en seminario sobre Transición Justa

El jueves 24 de octubre, el Dr. Ezio Costa Cordella (subdirector del CDA) participó como expositor en el Seminario «¿Puede ser Justa la Transición Ecológica?», organizado por el Centro de Derecho, Ambiente y Cambio Climático de la Universidad de Concepción y el proyecto Fondecyt Iniciación 11231233 «Tensiones y Desafíos para el Derecho y la Regulación Ambiental en el contexto de la Transición Ecológica», junto a la Dra. Verónica Delgado Schneider (directora del Centro DACC), el Dr. Óscar Reicher Salazar (académico de la Universidad de Concepción) y Gonzalo Osorio Rioseco (director de la ONG Levántate).

El seminario abordó los retos y perspectivas de una transición justa en el contexto del cambio climático y el Derecho Ambiental. En este expuso cómo la transición justa, es un concepto que ha ido ganado prominencia en tratados como el Acuerdo de París yel Pacto Glasgow, siendo el eje central de la presentación, explorando sus implicancias en las políticas públicas y en la gobernanza de los recursos naturales, especialmente en Chile y América Latina.

En esta misma línea se discutieron las complejidades del Derecho para reconocer y regular las transiciones ecológicas, un proceso en el que el marco jurídico suele llegar tarde y que enfrenta desafíos para incorporar el concepto de justicia en estas transiciones, salvo en aquellos casos en los que están gobernadas de manera proactiva.

En la ponencia del Dr. Costa Cordella se distinguió asimismo entre transiciones voluntarias e involuntarias, y aquellas gobernadas y no gobernadas. Ejemplos de transiciones voluntarias incluyen la energética, que responde a la decisión de algunas industrias de adaptarse al cambio climático. Por otro lado, la transición hídrica, causada por la escasez de agua en Chile, es un claro ejemplo de una transición involuntaria y no gobernada, en la que el Estado no ha intervenido adecuadamente. Esto permite que los sectores con mayor poder económico puedan beneficiarse, mientras las comunidades más vulnerables padecen los efectos adversos de la crisis climática. La falta de un marco jurídico para reclamar ante estas situaciones de inacción del Estado dificulta el acceso a la justicia en tiempos de crisis.

A raíz de lo anterior, explicó, surge el concepto de «transición justa» como una propuesta para mitigar las desigualdades que pueden derivarse de estos cambios, abogando por una distribución equitativa de las cargas y beneficios, así como por la inclusión de los trabajadores, la justicia intergeneracional, y mecanismos de reparación ambiental.

Reconocido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y luego adoptado en el Acuerdo de París, el concepto se ha expandido hacia una «transición socioecológica justa», que en Chile específicamente busca incorporar a todos los afectados por la transición, un reto particular dada la posición de América Latina en el tablero geopolítico actual. En un contexto de presiones globales, la región se enfrenta a una nueva oleada de extracción económica para satisfacer la creciente demanda de minerales críticos y energías renovables.

Para abordar estos desafíos, el profesor Ezio Costa enfatizó en la necesidad de planificar a largo plazo y reflexionar sobre la distribución de costos y beneficios para evitar repetir patrones de injusticia en los territorios afectados. Ejemplos exitosos de ello son el programa de transición justa en los Apalaches en Estados Unidos, el que muestra cómo políticas bien diseñadas pueden ganar aceptación ciudadana, mientras que en Chile el reto está en que, aunque el cambio es inevitable, se necesita con urgencia una gobernanza eficaz para que las transiciones no aumenten las desigualdades existentes.

Finalmente, se discutió el concepto de «capitalismo verde» como una tendencia hacia la neutralidad de carbono mediante la mercantilización de la biodiversidad y la aceleración de inversiones ecológicas. Empero, este modelo vislumbra, también, riesgos de centralización y autoritarismo en la toma de decisiones ambientales. Chile, en este contexto, debe definir su rol integrando elementos democráticos en la transición y asegurándose de que no afecte desproporcionadamente a los sectores más vulnerables, aspirando a una transición ecológica que, además de ambientalmente sostenible, sea socialmente justa.