Con preguntas. Así inició su experiencia académica en la Universidad de Estocolmo Julián Cárdenas, alumno que fue seleccionado en uno de los diversos programas de intercambio estudiantil que ofrece Derecho U. de Chile.
¿Qué me espera allá? ¿Cómo es la gente? ¿Echaré mucho de menos?, ¿Qué me espera a mi regreso?. Parte de estas dudas ya las ha disipado en sus primeros meses de estadía en Suecia, país que eligió por ser una nación con “elevada conciencia ambiental”.
“En un mundo dónde siempre han escaseado los recursos, las leyes suecas han evolucionado casi sin par en el campo del mejor uso y protección de los recursos naturales”, explica.
Así, siguiendo su vocación e intereses académicos, tomó el ramo de Derecho Ambiental Internacional. “Aun cuando el sistema académico acá es distinto, con pocas horas lectivas pero muchas horas de estudio, el proceso de adaptación fue veloz. Quizá el deseo de aprender y tener opinión fundada me instó a estudiar intensamente para la asignatura”, sostiene.
A esta altura, las clases han finalizado, y los estudiantes se preparan para los exámenes finales. “Aún falta terminar el trabajo grupal, por lo que mi hacer diario oscila en juntarme con mis compañeros y trabajar en el proyecto, ir a ver algún espectáculo recreativo, y planear un viaje para visitar los alrededores durante algún fin de semana”, comenta.
Julián agrega que en Estocolmo no se siente el estrés y apuro que se vive en Chile, el estudiar es agradable. “La vida acá es grata y se torna una excelente oportunidad para crecer y desarrollarse aun más como persona”.
Eso si, reconoce que los suecos son muy esquematizados y planificados, por lo que organizarse resulta fundamental. La ventaja es que cuentan “con sistemas de locomoción colectiva que sí funcionan”.
“Probablemente, lo que más recordaré de esta experiencia no serán los ramos ni las vivencias, sino los compañeros y amigos con quienes compartí durante esta etapa de mi vida. Eso, sin duda, es lo más importante de estos programas de intercambio estudiantil”, asegura.