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Encuentro académico revisa la actualidad del pensamiento jurídico y político de Georg Hegel

Encuentro académico revisa la actualidad del pensamiento de Hegel

El seminario “Hegel: la actualidad de su filosofía jurídica y política” se efectuó el pasado 21 de diciembre y estuvo dedicado a la presentación y el contraste de aproximaciones a una pluralidad de problemas propios de la filosofía política y la filosofía del derecho que pueden verse iluminados por el pensamiento de Georg Hegel.

En su ponencia inicial, el profesor Juan Ormeño (Departamento de Ciencias del Derecho) se centró en la pregunta por la posibilidad misma de una “racionalidad institucional”, vinculada con el hecho de que los agentes humanos habitamos un mundo práctico configurado por instituciones “concretamente existentes”. Según el expositor, el problema fundamental que esto suscita se refiere a las condiciones bajo las cuales, en congruencia con el espíritu moderno, un individuo podría llevar una vida auténticamente libre. De acuerdo con el prof. Ormeño, la solución que Hegel brindaría a este problema es una que apunta a que únicamente como ciudadano de un Estado al interior del cual la vida de cada cual logre exhibir “universalidad” en su propia particularidad puede un agente llegar a ser libre.

Esta exposición fue seguida por la intervención de Carolina Bruna, profesora de la Universidad Austral de Chile, quien reflexionó acerca de lo que en la filosofía del derecho de Hegel se tematiza como “sustancia ética”. Esta serían las relaciones sociales que se dan en un contexto complejo en el cual se cruza lo individual y lo colectivo. Respecto de este punto se encuentran repercusiones en el pensamiento de algunos autores que dan inicio a la sociología moderna, tal como Ferdinand Tönnies. En ese marco, la académica dio cuenta de lo complejo de las relaciones sociales que no pueden perder el aspecto individual de cada ser humano, al mismo tiempo que lo que para Hegel es la esencia ética se entiende en el contexto de los vínculos que nacen de la amistad y del amor, que finalmente son lo social. 

Posteriormente, la ponencia del profesor Raúl Letelier (Departamento de Derecho Público) utilizó el marco de discusión constitucional chilena en el que se ha asumido como necesario tener que decidir si en el centro del orden social debe estar la persona o el Estado. Parte de la doctrina nacional y comparada le ha atribuido a Hegel ser el promotor de una visión que coloca al Estado en el centro relegando a la persona a una posición periférica. Su ponencia se orientó a mostrar la incorrección de los términos en los que se plantea ese debate y la deficiente comprensión del pensamiento de Hegel en esta materia. El análisis estuvo centrado en la posición que Hegel le atribuye a la persona y el rol que tiene el Estado precisamente como asegurador real y eficaz de aquella posición. Ello daría cuenta de la imposibilidad de una decisión binaria. 

Dimensiones de la buena fe

A su turno, la profesora Gissella López (Departamento de Derecho Privado) se ocupó de la noción de buena fe contractual desde la Filosofía del Derecho de Hegel, proponiendo que, como categoría del derecho de contratos, la buena fe tendría dos dimensiones, una interna y otra externa, fungiendo, de ese modo, como un mecanismo aglutinador de los momentos hegelianos del derecho abstracto, la moralidad y la eticidad. Así, planteó que la buena fe externa permite instituir determinados estatus normativos de los contratantes que tienen soporte en el derecho de los contratos y que se traducen en las pretensiones que cada uno puede, legítimamente, esperar de y exigir a otra voluntad libre. La buena fe interna, por otro lado, serviría como un elemento modulador de las prestaciones contractuales, al permitir comprender el alcance de ellas por cada contratante, esto es, el propósito de cada contratante, en lo que Hegel llama “el derecho del saber”. Con ello, habría que rechazar la extendida idea de que la buena fe contractual agregaría obligaciones a los contratos, para favorecer en cambio la idea de que ella funciona como un modulación adverbial de esas obligaciones.

La ponencia posterior de Ignacio Peña se centró en discutir y ofrecer un fundamento intersubjetivo a la categoría del consentimiento en el derecho penal (asociada a la máxima volenti non fit injuria). Para ello, se valió del texto de Hegel conocido como la Filosofía Real 1805/06, y en especial de su “Filosofía del espíritu” y de la categoría del reconocimiento mutuo, figuras centrales de la filosofía social, jurídica y política del periodo de Hegel en Jena.

Finalmente, el profesor Juan Pablo Mañalich (Departamento de Ciencias Penales) ofreció una aproximación a la institución de la amnistía basada en la caracterización que Hegel diera al “derecho de gracia” como una prerrogativa soberana capaz de transformar “lo sucedido en no-sucedido”. En ella tendría que verse reflejada, siquiera marginalmente, la posibilidad de una comunidad cuyos miembros practiquen un pleno reconocimiento recíproco que lleve a que lo que hace uno cualquiera de sus miembros sea entendido como algo que todos han hecho. Según lo planteó, esta idea se vería sugerentemente expresada en el cuento “La forma de la espada” de Jorge Luis Borges.

Cada una de las ponencias dio lugar a un estimulante debate en el que participó activamente el público presente. La relevancia contemporánea del pensamiento político y jurídico de Hegel se vio corroborada por la manera en una parte considerable de las preguntas planteadas estuvo dirigida a poner en perspectiva algunos aprendizajes del reciente proceso constituyente chileno.