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Expertos de la UBA se suman a análisis de proceso constitucional chileno

Expertos de la UBA se suman a análisis de proceso constitucional

¿Cuál es la mejor forma de lograr una nueva Constitución que sea percibida como legítima? ¿Tiene limitaciones el poder constituyente? Esas fueron las interrogantes que abrieron el Seminario “Procesos constituyentes en Latinoamérica” realizado el pasado lunes en el Aula Magna de la Facultad de Derecho.

Hasta el edificio de Pío Nono 1 llegaron los connotados académicos de la Universidad de Buenos Aires Roberto Gargarella y Marcelo Alegre, quienes junto a los profesores constitucionalistas U. de Chile, Fernando Atria y Pablo Ruiz-Tagle, animaron un intenso debate sobre el “momento constitucional” que vive el país, ad portas que la Presidenta Michelle Bachelet dé a conocer durante septiembre el mecanismo que utilizará el gobierno para reformar la Carta Magna.

El primero en abrir el fuego fue Gargarella, quien expuso que “una comunidad democrática tiene derecho y razones para organizar su vida futura” y que en el marco de esta discusión defiende la “tradición de vincular democracia con procesos fuertemente inclusivos y deliberativos, es decir, si vamos a organizar nuestra vida en común las reglas tienen que ser decididas por todos nosotros y después ponernos de acuerdo en el proceso de discusión. Esas reglas (después) yo tendré todas las razones del mundo para respetarlas”.

Continuando con el debate, que fue moderado por el Decano Davor Harasic, Marcelo Alegre abordó el cómo se debe llegar a una nueva Carta Fundamental, recalcando que “hay un elemento que es imprescindible, que en una reforma en profundidad de la Constitución tiene que tener una consulta popular en algún momento, el pueblo tiene que poder expresarse, ya sea para elegir una Asamblea Constituyente o ya sea al final del proceso para dar el sí o el no”.

En ese sentido y sobre cuánto poder debe tener una eventual Asamblea Constituyente, Alegre sostuvo que “creo que en democracia no puede haber un poder sin control, a mí no me asusta que haya límites claros a la tarea de una AC”.

Coincidiendo en este último punto con su par trasandino, el profesor Ruiz-Tagle entregó sus definiciones al respecto, señalando que “el poder constituyente siempre en las democracias tienen límites y los límites son las normas constitucionales existentes”.

A renglón seguido, marcó las condiciones esenciales que tiene que cumplir -a su juicio- una constitución legítima: “tiene que ceñirse al derecho constitucional existente y tiene que respetar las mayorías y las minorías, es decir, los principios democráticos”.

Por su parte, y marcando las diferencias, el profesor Fernando Atria abordó inicialmente el cómo se debería hacer una nueva constitución, planteando que es más conveniente señalar cómo no se debe hacer, “y en eso los chilenos tenemos espacio para dar cátedra al resto del mundo, nosotros hemos tratado una y otra vez de hacer una nueva constitución mediante el ejercicio de poderes o formas ya constituidas”, sostuvo ejemplificando con las modificaciones realizadas en 2005 “que fueron hechas a través de formas instituidas que no son gratuitas ni aleatorias”.

El profesor Atria también consideró que “esta es una discusión que uno no puede aproximarse sin algún sentido de urgencia”, especialmente si se tiene en cuenta que la Constitución del 80 es uno de los texto legales que más modificaciones ha tenido en la historia de Chile, y aún así, “ni siquiera califica”.

Revisa a continuación el video completo del Seminario “Procesos Constituyentes en Latinamérica”.