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Legislación y migración sudamericana: La necesidad de un debate con argumentos objetivos

Migración sudamericana: La necesidad de un debate objetivo

"El tema de la ciudadanía sudamericana y las migraciones se lleva discutiendo 200 años en Chile, por lo que el momento actual en ese sentido no es tan novedoso", afirma Diego Acosta, profesor titular de Derecho Europeo y de Migraciones en la Universidad de Bristol e investigador en el proyecto "Perspectivas para la gobernanza de las migraciones internacionales".

El experto fue el principal exponente en el seminario "Ciudadanía sudamericana, migración y movilidad en la región", organizado por el Centro de Derechos Humanos (CDH), que además contó con los comentarios de Patricia Roa, representante de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y Rodrigo Sandoval, director del Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior.

La jornada del pasado 21 de marzo se inició con el discurso del Decano de la Facultad de Derecho, Davor Harasic, quien resaltó que el escenario actual de la materia es que "el Estado chileno le enrostra al migrante su absoluta carencia de derechos" y que una nueva normativa migratoria debe comprender "el pleno respeto de los derechos de los ciudadanos que ingresan al país, para ellos y sus familias", haciendo el llamado "a defender los derechos humanos y el derecho de cada inmigrante y emigrante a procurar una vida mejor".

"Para promover el necesario tránsito, desde una institucionalidad que ve al migrante como un enemigo, hacia una alternativa que tenga por delante la compleja realidad de la migración y los derechos de las personas, tenemos el deber de provocar un debate despojado de los prejuicios, simplificaciones y generalizaciones, que lamentablemente han abundado en la discusión del último tiempo", añadió el Decano Harasic.

Perspectivas y políticas

Durante su exposición, el profesor Diego Acosta efectuó un repaso histórico sobre las políticas migratorias en Chile y América Latina para luego analizar el contexto nacional. En este punto, el académico de la U. de Bristol afirmó que lo que se hace actualmente con la reforma migratoria chilena es “legislar por primera vez en un siglo de manera no restrictiva o discriminatoria frente a unas determinadas categorías de extranjeros” y que los fenómenos antimigratorios que se están dando en Europa y Estados Unidos no debieran afectar a Sudamérica, pudiendo proponer ésta otras opciones diferentes a las restrictivas que se están dando en el mundo.

Con el fin de las dictaduras en la región, el panorama migratorio mundial ya había cambiado radicalmente. "Hay cambios por factores demográficos, jurídicos y también políticos", explica Acosta, aludiendo a que a Latinoamérica ya no vienen los europeos, sino que ahora resulta son países de emigración, potenciadas por los exilios políticos. Acota que a esto se suman el resurgimiento de acuerdos de libre movilidad regional.

Por su parte, Patricia Roa comentó que la actual legislación solamente regula la permanencia en Chile y no la migración propiamente tal, además que el debate en los medios de comunicación se ha centrado en la relación con el otro y la significación que provoca la presencia del migrante en la población. Por lo mismo, insistió en la idea de que el debate se debe construir con argumentos objetivos, pues de lo contrario se forman mitos frente al aporte de los trabajadores migrantes al desarrollo del país.

Asimismo, Rodrigo Sandoval indicó que tenemos un modelo de desarrollo concentrado principalmente en Santiago, por lo que la población autóctona enfrenta una realidad distorsionada generadora de mitos, como la creencia en el exceso de población extranjera en el país o del migrante como enemigo. Advierte también que los Estados deben hacerse cargo de la realidad de los migrantes y de su integración en la sociedad para que las personas comprendan el nuevo contexto al que se enfrentan.

Respecto al proceso legislativo, Sandoval destacó que "el primer criterio que uno debe tener en materia migratoria es el de que debes dar soluciones concretas para realidades concretas", por lo que nuestro país "debe descartar intentos de buscar alternativas en el derecho comparado, soluciones que sean íntegramente aplicables a la realidad nacional". Sin embargo, advirtió que "en Chile no contamos con la información necesaria para comprender cabalmente el tipo de política migratoria que necesitamos gestionar".