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Prof. Andrés Aranda: La historia la hacemos nosotros

Prof. Andrés Aranda: La historia la hacemos nosotros

Es de Santiago, tiene 54 años y ha pasado por la Universidad Católica, Colo-Colo y el próximo año cumplirá 20 años en la Casa de Bello. Andrés Aranda quiso ser nadador y desde niño entró al mundo del deporte, queriendo revertir los efectos de un tumor cancerígeno de mal pronóstico, pero que sacó adelante a punta de entrenamiento y las ganas de ser un deportista de élite.

En estos casi 18 meses de pandemia, como todos y todas, se tuvo que adaptar y junto al equipo de la Coordinación de Deportes, Actividad Física y Recreación han continuado con los cursos formativos, el deporte competitivo y las actividades recreativas, reconociendo que han sido un escape para los alumnos y alumnas e incluso sus familias.

¿Cómo ha sido el trabajo en pandemia? 

Ha sido muy complejo desde el punto de vista de hacer una clase de deporte o actividad física, porque son actividades presenciales y de interacción con los alumnos y alumnas. Corregir, acompañar y enseñar a través del movimiento… ha sido difícil adaptarse a esa modalidad, pero, como todo el mundo, lo tuvimos que hacer obligados. Los profesores de departamento se adaptaron rápidamente y empezaron a adaptar las clases.

Llegamos a tener en los cursos, a familiares de los alumnos, la mamá, el papá, el primo, el pololo, porque para todos constituíamos un escape del encierro, la angustia y la ansiedad. La verdad es que fue gratificante porque valoraron bastante el esfuerzo que estábamos haciendo y eso nos motivó a hacer mejores clases.

¿Qué ha significado el deporte para situaciones adversas?

Es una herramienta de fácil acceso que es fundamental en la vida del estudiante de Derecho. Para quien encuentra realmente una vía de escape en el deporte, le cambia la vida. Generalmente los alumnos deportistas son tres veces mejores estudiantes que el común.

Si vamos al sentido de formación integral que le damos al deporte, reconocemos la actividad física como un medio fundamental para la educación integral, visualizamos y valoramos la importancia de la formación valórica de los jóvenes, quienes a su vez, lo transforman en un cúmulo de estímulos, entre otras cosas, como el sentimiento de pertenencia, el trabajo en equipo, el sentido de identidad y la integración.

Y en lo personal, ¿qué determinó el deporte para lo que eres hoy?

Desde chico me dediqué al deporte de buen nivel y de élite, pero tuve un tumor y una enfermedad que me impidió continuar deportivamente; y esa enfermedad, supuestamente tenía un pronóstico lapidario, en el que no iba a poder volver a correr. Pero como siempre hice deporte, era un poquito porfiado y testarudo me puse a practicar y entrenar de forma personal.

Después pasaron dos años y hasta entonces había tenido un buen nivel. Llegando a los 16 uno sabe  si tiene cierta condición, puede tener una proyección y quería volver a ella. Y cuando me dijeron ya no iba a poder seguir con esa proyección, decidí seguir haciendo deporte pero de forma más amateur. Eso me motivó a querer ser parte de la formación deportiva.

¿Cómo fue que terminó dedicándose a esto?

Debo confesar que me encanta lo que hago, soy un enamorado de la profesión y estudié Educación Física pudiendo estudiar otra cosa, presionado por el ambiente familiar. De hecho, estaba estudiando ingeniería y el primer año me fue muy bien, pero no era mi carrera. Podría haberme cambiado dentro de la misma universidad, pero justo el año 85 se produjo el cambio que implementó la dictadura militar que separó las sedes de la Universidad de Chile y perdió el Físico o el Pedagógico y muchos profesores se empezaron a ir. Y estaba perdiendo prestigio.

Decidí buscar el Físico que le seguía en categoría y era el que estaba en la Pontificia Universidad Católica de Chile, pero esa carrera la tenía en sus sedes, entonces me fui a la sede Talca. Estuve trabajando en colegios y en el fútbol profesional.

¿Trabajaste en un club?

Es curioso mi tema profesional porque estudié en la Universidad Católica, trabajé en el Club Deportivo Colo-Colo y después llegué a trabajar a la U.

¿Qué le dirías a los estudiantes que esté atravesando un desgaste o situación problemática?

Yo lo que les digo siempre a mis estudiantes es un poco desde el deporte como un medio o herramienta que te permite progresar, integrarte y todo lo que puedas asociar a él. Todo depende de la persona, la fortaleza y la personalidad de cada uno para decidir lo que me hace bien o me hace mal.

Uno es como un libro en blanco, la vida es como un libro en blanco y ustedes tienen la oportunidad de escribir una linda historia; entonces escriban una historia bonita y no esperen que todo esté bien para ser feliz. Uno no tiene por qué esperar que todo esté perfecto para ser feliz, cada cosa tiene su momento y cada cosa se puede disfrutar en la medida que uno lo valora, lo aprecia y lo explota. La vida tiene muchos momentos de belleza que tienen que ser valorados y la historia la hacemos nosotros. Va a ser como nosotros queramos.