"La participación ciudadana tiene una importancia central". Esa es la principal conclusión a la que llegan los tres académicos/as de nuestra Facultad que son parte de la Secretaría de Participación Ciudadana, entidad coordinada por la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile, que tiene la tarea de coordinar los mecanismos de participación que los chilenos y chilenas tendrán de cara al proceso constituyentes.
El profesor Claudio Troncoso (Departamento de Derecho Internacional) forma parte de la instacia interinstitucional, como secretario ejecutivo en representación de la Universidad de Chile, junto con el profesor Rodrigo Gil (Departamento de Derecho Privado), quien será responsable de "Iniciativas Populares de Norma", y la profesora Cecilia Domínguez (Departamento de Enseñanza Clínica del Derecho), quien estará a cargo de "Formación ciudadana".
El objetivo de la Secretaría de Participación Ciudadana "consiste en diseñar, coordinar, implementar y sistematizar los mecanismos de participación ciudadana, para lo cual puede solicitar la colaboración de la universidades acreditadas, de la sociedad civil y de otras instituciones", explica el profesor Troncoso.
Entre los mecanismos de participación se contempla la iniciativa popular de norma, las audiencias públicas, los diálogos ciudadanos deliberativos, representativos o abiertos y las consultas ciudadanas. "Todos estos mecanismos de participación comenzarán a aplicarse a partir del 7 de junio y será la instancia mediante la cual la ciudadanía podrá opinar respecto al Anteproyecto de Nueva Constitución, elaborado por la Comisión Experta, y solicitar enmiendas respecto de la misma", añade el académico.
Incidencia de la ciudadanía
Con relación al nuevo proceso constituyente, los académicos de nuestra Facultad coinciden en que "la participación ciudadana tiene una importancia central. Este proceso debe contar con participación ciudadana o no será exitoso", añade la profesora Cecilia Domínguez.
La docente tiene sus expectativas en que "un cambio en la estrategia de difusión y formación ciudadana nos dé la oportunidad de convocar a la ciudadanía. Para ello consideramos dos vías: el trabajo con la sociedad civil y la entrega de información, a través de canales masivos a los ciudadanos y ciudadanas".
El profesor Rodrigo Gil complementa que "en este proceso se recogerá con el mayor grado de incidencia posible la masiva participación ciudadana que ha existido desde el 2016. Entre los años 2019 y 2021 hubo mucha participación, y toda esa información ya está siendo sistematizada por la Secretaría para entregársela desde ya a la Comisión de Expertos y luego al Consejo. No puede existir un proceso constitucional sano y validado sin participación ciudadana".
Para cumplir con esta misión, el profesor Troncoso anticipa que "la Secretaría desarrollará muy prontamente actividades de difusión, educación cívica y explicación sobre el proceso constituyente y las instancias de participación que estarán a disposición de la ciudadanía".
"Pienso que es clave que nos conozcan y comprendan nuestro mandato. Somos dos universidades tradicionales que articularán a todas las casas de estudios acreditadas interesadas y prestarán asistencia a las diferentes entidades de la sociedad civil. Es una experiencia inédita que podría permitir llegar a muchos más territorios y personas", reflexiona la profesora Domínguez, al tiempo que reconoce que lograr la participación de las personas es una tarea compleja, si se considera la fatiga electoral y política.
Comentarios al borrador
La profesor Domínguez detalla que la participación ciudadana en el nuevo proceso se dará reaccionando a un borrador de proyecto. "En el proceso anterior la participación se producía antes, lo que hizo difícil trazar su incidencia en el texto final. Ahora se podrá saber de manera más exacta, pues se trata de enmiendas y espero que los consejeros no pasen por alto cuando conozcan las demandas de modificación que entregue la ciudadanía", agrega.
Son estos aspectos por los que el profesor Gil cree que las personas tendrán una posibilidad de incidencia real en el proceso, sumado al rol que tendrán la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica, instituciones que generan mucha confianza en la ciudadanía.
Finalmente, el docente apunta que "esta Secretaría además no parte de una hoja en blanco, sino por el contrario, está recogiendo toda la experiencia del proceso anterior y está trabajando en perfeccionar los distintos mecanismos de participación para mejorar su desempeño".