En septiembre de 1973 Sebastián Ramos Partarrieu era alumno regular de la Facultad de Derecho y vicepresidente de su Centro de Estudiantes. El 11 de septiembre de ese año, fue expulsado de la Universidad, perseguido, detenido y secuestrado a la salida de la Facultad, sufriendo torturas y violaciones a sus derechos fundamentales, algunas de cuyas secuelas, 50 años después, persisten. Vivió en el exilio varios años y en 1990, la Facultad de Derecho dispuso la reincorporación de estudiantes exonerados entre ellos, Sebastián Ramos, logrando egresar en el año 2000. Y el lunes 18 de diciembre pasado, en una solemne ceremonia realizada en la Casa Central, Sebastián Ramos recibió su certificado de licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile.
Acompañado de familiares, amigos de su vida y de sus dos períodos de estudiante de Derecho, recibió emocionado su certificado de manos de la Rectora, Rosa Devés, quien estaba junto al Decano de Derecho, Pablo Ruiz-Tagle; la Contralora Universitaria, Magdalena Gandolfo, la actual presidenta del Centro de Estudiantes de Derecho (CED), Agustina Melo, además de otras autoridades universitarias y de la Facultad.
Antes de recibir su licenciatura, Sebastián Ramos agradeció el encuentro. “Ha sido una larga y difícil travesía la que me ha correspondido enfrentar para recibir este diploma que me acredita como licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile. Para alcanzar este grado académico, sin duda, he contado con el apoyo de nuestra alma mater, la Universidad de Chile, con el afecto y comprensión de mi familia, de todos ustedes y de muchos otros que hoy están alegres porque he cumplido esta etapa”, señaló. “No abandonaré esa tarea a pesar de las dificultades que se me presenten”, finalizó.
El Decano de la Facultad de Derecho, Pablo Ruiz-Tagle, reflexionó sobre lo que significó para la Universidad y para la Facultad el Golpe de Estado. “Fueron más de cincuenta los profesores exonerados y fueron muchos los alumnos expulsados por sus ideas políticas. Pero, además, como si la brutalidad no tuviera límites, hubo alumnos y egresados ejecutados y desaparecidos”.
“Parece increíble que en una Escuela de Derecho se arrasara con el derecho, con las muchísimas, lamentables y graves consecuencias que tuvo para muchas personas”. Sin embargo, agregó, “Juan Sebastián Ramos no se entregó a la desolación. Pidió regresar a la Facultad y fue reincorporado en 1990. Ingresó como un alumno más. Asistió a los cursos y fue examinado: tuvo cursos aprobados y otros reprobados, como cualquier alumno”, destacó el decano.
"Juan Sebastián es en verdad, un ejemplo de valentía, de perseverancia, de tenacidad, de apego a su profesión. Incluso, en las condiciones de máxima adversidad, cuando la propia profesión le ha golpeado, él insistió de manera aguerrida en buscar su camino en el derecho. Este es el espíritu más profundo y más potente de nuestra facultad que hoy podemos celebrar. De una universidad libre, crítica creadora de una universidad que le entrega a sus estudiantes no solo un conocimiento técnico, sino ciertos valores, cierta identidad de la cual es imposible desprenderse”.
El profesor Eduardo Sepúlveda, compañero del homenajeado en el año 1973, dijo durante la ceremonia, que Sebastián Ramos siempre trató de mantenerse en la Facultad, estimaba que no había hecho nada contrario al Estado de Derecho y quería seguir estudiando y recibirse. Relató el profesor que, tras estar suspendido dos semestres, volvió a la Facultad en 1974, pero un día fue detenido por agentes de seguridad vestidos de civil, secuestrado a la salida de la Facultad y posteriormente baleado.
El profesor Sepúlveda recordó que en esa época le envió una carta desde donde se encontraba asilado, algunos de cuyos pasajes leyó emocionado: “Cuídense, cabros. Estudien más. A mi vuelta serán todos ustedes unos abogados. (..) Me despido de todos, a quienes mucho estimo y recuerdo desde el día que los conocí. El camino de la vida es todavía largo para nosotros, espero nos volvamos a encontrar”.
Pamela Fitch, quien fuera compañera de Sebastián Ramos en su segundo período de estudiante (1990), también le dedicó unas palabras de reconocimiento. “Ese período universitario no hubiese sido posible sin el sacrificio de muchas y muchos, pues como generación, nos paramos sobre hombros de gigantes. Hombres y mujeres que lucharon por un Chile más justo, libre y democrático, muchos de los cuales pagaron costos enormes por defender ideales y nobles convicciones. Ahí estaba Sebastián, un Sebastián que pese a todo lo que sufrió, jamás perdió de vista el sentido humano de la vida; un compañero de generación alegre, con un humor a toda prueba, empático, solidario, optimista y cuyo mérito personal y perseverancia lo hace merecedor del grado de licenciado en Ciencias Jurídicas,” dijo.
La Rectora Rosa Devés, tras entregar el certificado a Sebastián Ramos, destacó que la Universidad asumió tres compromisos tras la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado en relación con la defensa de los Derechos Humanos y las garantías de no repetición: poner la educación en Derechos Humanos al centro de su tarea formativa, hacerse parte del Plan Nacional de Búsqueda Verdad y Justicia; e implementar acciones de reparación a quienes fueron expulsados y exonerados de la Universidad como resultado del Golpe de Estado.
“Esta ceremonia representa de manera muy genuina la forma en que debemos avanzar en el cumplimento de esos compromisos, porque tiene un significado profundamente humano, al haber sido solicitada y preparada por los amigos y amigas de Juan Sebastián. Los y las jóvenes de entonces se constituyen en modelo de solidaridad y a la vez de voz crítica, dirigiendo acciones reparatorias necesarias”, finalizó la máxima autoridad universitaria.
Juan Sebastián Ramos egresó de la Facultad en el año 2000 y se licenció el 11 de noviembre de 2016. Hizo su Memoria de Prueba, que versó sobre "El procedimiento establecido en la Ley N° 20.005 que tipifica y sanciona el acoso sexual", dirigida por el profesor Cristián Maturana. Solo le resta realizar su práctica profesional.
La ceremonia contó con las interpretaciones musicales el profesor de la Facultad de Artes y concertista en guitarra, Romilio Orellana.