Al termino de las clases del primer semestre, el Decano Pablo Ruiz-Tagle ha invitado a la comunidad universitaria a conocer, en un viaje virtual, un nuevo espacio llamado “Cimientos de la Facultad”, develando de esa manera “el misterio” que ocultan las obras que hemos observado en el patio durante los últimos meses.
Se trata de un espacio físico que suma más de 1000 metros cuadrados y un nuevo concepto que alienta el espíritu de la Escuela. “Donde se expresarán nuestros valores fundamentales que son: justicia, dignidad, libertad, igualdad y fraternidad. Estos valores se encontrarán con espacios dedicados al trabajo y al estudio en grupo, en salas que han sido asignadas con los nombres de nuestros pilares institucionales: república, democracia, codificación, constitución y derechos humanos”, explica el Decano Ruiz-Tagle en el video.
Desde comienzos del año académico 2025, nos han acompañado ciertos “invitados” que han interrumpido algunas veces el quehacer cotidiano de la Escuela. Hablamos de las excavaciones y ciertos rugidos de maquinarias. Señales inequívocas de que algo avanza bajo tierra, cruzando el mítico lugar conocido como “las catacumbas”.
Este proyecto es parte del Plan Maestro de Infraestructura anunciado en 2020, al que también pertenecen la Terraza Benjamín Vicuña Mackenna, la automatización y remodelación lumínica del Aula Magna, el Jardín de la Escuela, entre otras intervenciones, remodelaciones y nuevas construcciones que contempla el Plan.
Tradición y patrimonio
“Esta intervención es relevante, ya que se trata de un monumento arquitectónico nacional diseñado por Juan Martínez Gutiérrez, y con esa misma responsabilidad estamos llevando a cabo los trabajos. Se trata de una obra de rehabilitación de las fundaciones del edificio patrimonial”, señala el arquitecto Jorge Marsino, cuya oficina diseñó el proyecto.
“Estos recintos contarán con iluminación natural, buena habitabilidad en términos de acústica, iluminación y ventilación”, agrega Marsino.
Y continúa explicando que “es una obra bien emblemática que se ha ido desarrollando en el tiempo. Esta segunda adecuación, convierte esos antiguos lugares de almacenaje en espacios de calidad para el uso de los estudiantes y académicos. Esta es la respuesta de la facultad a las necesidades de una comunidad que ha crecido”, agrega el arquitecto.
Durante estos meses se ha avanzado en la obra gruesa y ya está definida la altura de los recintos, el uso de las salas y la materialidad.
Hacia fines de año lo que hoy vemos proyectado de manera virtual, será una realidad que podrá ser vivida por toda la comunidad universitaria.