Un abierto debate sobre los alcances que a su juicio debe tener la protección de la propiedad industrial en el país sostuvieron los profesores de Derecho U. de Chile Rodrigo Cooper, Gabriel Zaliansnik y Ricardo Sateler, entre otros expositores invitados al seminario “La Propiedad Intelectual en el Comercio Interamericano”.
La interrogante sobre la que se demarcó la discusión académica fue si Chile cumple o no con su compromiso de velar por la efectiva protección de la propiedad intelectual e industrial. Al respecto,el profesor Zaliasnik dijo que se está haciendo, pero no se puede pretender que se caiga en el exceso, porque ello lleva al abuso monopólico de quienes ostentan la patente de un determinado producto, especialmente en el área de la industria farmacéutica.
Sostuvo que la propiedad industrial sobre un fármaco debe ser en un tiempo acotado,por ejemplo 5 o 10 años como es hoy, de manera que se premie la invención de una fórmula, pero sin impedir que más adelante otros puedan fabricarla y así ampliarla competencia y el beneficio de la sociedad por precios más bajos.
En forma opuesta, el profesor Cooper dijo que Chile no lo está haciendo bien en materia de protección a la propiedad intelectual e industrial, ya que se otorga un grado de protección inadecuado. Por ejemplo, se limita a sólo 5 días el tiempo de retención en la frontera de un producto falsificado, con lo que el titular de la propiedad intelectual no alcanza a reaccionar para que dicha mercancía no ingrese al comercio.
Y pese al nuevo marco regulatorio establecido para proteger la propiedad intelectual, a su juicio se da el “síndrome de la locomoción colectiva”, en el sentido que existen medidas que no funcionan en la práctica, al igual como pasó con los cobradores automáticos, los paraderos diferidos y otras medidas que se generaron para mejorar el transporte público de Santiago pero que nunca funcionaron.
Por su parte, el profesor Sateler manifestó que el valor total de algunas empresas estadounidenses está asociado en cerca de un 40% a la propiedad intelectual e industrial, de ahí que para ellas sea tan importante la protección de este activo. Sobre el particular de la industria farmacéutica, el académico indicó que el desarrollo de un medicamento es altamente costoso, por lo que se justifica el entregar un tiempo de desarrollo monopólico del producto a quien invirtió para descubrirlo.
Protección con equilibrio
A juicio de Carolina Belmar, abogada U. de Chile y representante de la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, más allá de distintas consideraciones, lo claro es que la propiedad intelectual e industrial debe ser protegida para fomentar la innovación.
No obstante, aseguró, ello debe hacerse sobre la base de una política equilibrada, en la que exista protección pero con limitaciones y excepciones. Así, se facilita el acceso de los consumidores a un determinado producto y se estimula la competitividad.
El debate, en el que también participaron otros expertos, se desarrolló teniendo en cuenta las exigencias que Chile deberá cumplir para proteger la propiedad intelectual e industrial en el marco del TLC con Estados Unidos.
Entre los expositores del seminario titulado “La propiedad intelectual en el comercio interamericano”, estuvo el embajador de Estados Unidos en Chile, Craig Kelly, quien manifestó que ambas naciones están trabajando para resolver los detalles que existen en el campo de la protección de la propiedad intelectual e industrial.
También participaron destacados juristas como Roger Noriega, de la American Enterprise Institute for Public Policy Research (AEI); Eleazar Bravo, del Departamento de Propiedad Intelectual del Ministerio de Economía; Carolina Belmar, de la Dirección de General de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de RR.EE.; Eduardo Castillo, presidente de la Comisión Nacional Antipiratería y Esteban Tomic, presidente del Centro Jurídico ILC.