Preocupada y pesimista frente a los efectos de la nueva Ley de Responsabilidad Penal Juvenil se mostró la profesora de Derecho U. de Chile y ex jueza de menores, Ana Luisa Prieto, asegurando que los cambios serán un retroceso.
En un seminario sobre la materia, organizado por el centro de alumnos de la Facultad, señaló que la tendencia mundial es aplicar los principios de la justicia restaurativa, donde víctimas, autoridades e imputados acuerdan soluciones. “La comunidad ofrece respuestas y se lleva a juicio lo que no se ha podido resolver”. Algo que no contempla el sistema penal juvenil chileno, acota.
La nueva Ley de Responsabilidad Penal Juvenil asimila el Derecho Penal de Menores con el Derecho Penal que se aplica a las personas adultas, cuestión a todas luces inapropiada, refuta la académica, porque existen infracciones propias del estatus y ordenamiento en el que viven los niños, actos preocupantes a ese nivel, pero que no son repudiables para los adultos, explica.
Otro de los aspectos preocupantes radica en el hecho que no se considere a los menores de 14 años, porque la idea es apoyar antes a los niños y no sólo pasarles la cuenta al final de su adolescencia, juzgándolos en un sistema adulto, sostiene.
Así, no se logra terminar con el círculo de la delincuencia juvenil, una suerte de ir y venir de y hacia los tribunales que comienza por faltas menores y que puede terminar en hechos más graves como homicidios, asegura.
Finalmente, la profesora Prieto dice que le parece grave que se imponga una rehabilitación en vez de que ésta sea personalizada, distinta dependiendo el caso, como es lo recomendable.