Tras una reunión que sostuvieron el lunes pasado, los integrantes del Consorcio de Facultades de Derecho Tradicionales, que preside el decano de la U. de Chile y que además integran los representantes de la UC de Santiago, UC de Valparaíso, U. de Concepción y U. de Valparaíso, acordaron presentar dos propuestas dirigidas a mejorar los estándares éticos y de calidad de los egresados de la carrera.
Ambas iniciativas apuntan a dar una solución a la problemática generada por la calidad y cantidad de abogados que actualmente están jurando en la Corte Suprema y cuyo aumento ha sido explosivo en la última década, con 15 mil titulados.
Para certificar la calidad, los decanos acordaron desarrollar un test que será voluntario para los egresados de Derecho de las distintas facultades del país y cuya evaluación tendrá como resultado una aprobación o reprobación, sin escala de notas.
La prueba estará bajo la administración del Consorcio de Facultades de Derecho Tradicionales.
De esta forma, las cinco facultades buscan dar respuesta a la inquietud que se ha despertado en el foro, en las autoridades judiciales y en la sociedad en general, respecto a la formación y preparación que reciben los abogados.
Control ético
La otra iniciativa apunta al desempeño ético de los profesionales. Para ello, los académicos se propusieron reflotar la iniciativa que presentaron años atrás al Ministerio de Justicia y que "durmió el sueño de los justos", dice el decano Nahum.
El proyecto de ley que se presentó en aquella oportunidad, cuando era titular de Justicia Luis Bates y presidente del Máximo Tribunal el profesor Mario Garrido, contemplaba la creación de un tribunal de control ético, el cual estaría conformado de distinta manera dependiendo si el profesional sometido a dicho cuerpo estaba colegiado o no.
El Consorcio se reúne regularmente y lo seguirá haciendo, comentó su presidente.