Sin casa, sin personal, sin nada. Así llegó, hace cuarenta años, a cumplir su misión diplomática a la entonces Unión Soviética, comenta el profesor de Derecho U. de Chile, Máximo Pacheco. Sus experiencias, anécdotas y recuerdos las recoge en una obra escrita conjuntamente con el también ex diplomático, James Holger.
Editado bajo el sello Andrés Bello de la Editorial Jurídica de Chile y titulado "Recuerdos de la Unión Soviética", el libro fue presentado en el Aula Magna de la Facultad con la presencia de autoridades académicas, diplomáticas, figuras del mundo político y profesores.
A través de sus páginas, se reviven los años en que el profesor Pacheco estuvo junto a su familia en la URSS, los detalles de sus viajes por el país, las reuniones diplomáticas, sus encuentros con personalidades de la política, el arte y la cultura, además de su rol de testigo del funcionamiento del país en plena Guerra Fría.
Una de las anécdotas que comentó a los presentes en el lanzamiento, que también está recogida en su libro, fueron las exigencias del entonces Presidente francés, Charles de Gaulle, para visitar la URSS. Entre ellas, alojarse en el Kremlin, que no contaba con habitaciones para recibir huéspedes; dormir en la cama de Pedro el Grande, que tuvo que ser rescatada de un museo; hablar desde el balcón desde donde Lenin pronunciaba sus discursos, el cual había sido cerrado y declarado monumento; entre otras.
Un diplomático francés le confidenció al profesor Pacheco que ante cualquier atisbo de que la exigencia no podía ser cumplida, de Gaulle amenazaba con no concretar su visita. Así logró que sus exigencias fuesen satisfechas.
Con especial humor, recordó su encuentro con Neruda, haciendo que éste, pese a su reconocido ateismo, se incorporara a una procesión para celebrar la pascua de resurrección, pronunciando en ruso cada cierto trecho del recorrido "Cristo resucitó".
Destacan obra y persona
Estas son parte de las múltiples experiencias que relata el profesor Pacheco en "Recuerdos de la Unión Soviética", el que fue presentado por el ex canciller, Gabriel Valdés Subercaseaux y el subsecretario de Relaciones Exteriores y profesor de la Facultad, Alberto van Klaveren.
Ambos coincidieron en que se trata de una descripción detallada de una misión diplomática, que refleja la capacidad de penetrar un país y su sociedad, sobreponiéndose a las dificultades del contexto histórico de la Guerra Fría. De ahí que también destacaron la personalidad, trabajo y espíritu del profesor Pacheco.
El coautor de la obra, James Holger, dijo que el trabajo en el desarrollo del libro fue rememorar junto a Máximo la experiencia vivida en esos años y todo lo aprendido, lo que le sirvió posteriormente cuando en 1992 regresó a Rusia para ocupar el cargo de embajador.
Por su parte, el decano Luis Ortiz, más allá de la obra, destacó a la persona, al académico, al jurista y al diplomático detrás de ella, calificándolo como un hombre que reúne en su trayectoria los principios que promueve la Universidad de Chile.
En este sentido, destacó la vinculación por más de 50 años del profesor Pacheco con la Facultad, desde que comenzara sus estudios en 1942, luego como docente, secretario de estudios y como decano en 1972, cargo al cual renunció luego que las autoridades de la época le pidieran nombres de opositores al régimen, lo cual se negó a hacer. Gestos como éste, son los que lo hacen un hombre respetado, querido y admirado, dijo el decano.
Hasta el día de hoy, el profesor Pacheco sigue siendo un colaborador de la Facultad. En 2008, incluso, donó su biblioteca personal especializada en historia y filosofía del Derecho, concluyó.