Generar una hoja de ruta para mejorar la gestión de los distintos organismos que conforman el aparato público, es el objetivo principal del Consorcio para la Reforma del Estado, que conforman distintas instituciones públicas, privadas, universitarias y centros de estudio o think tanks. Los principales alcances de la iniciativa fueron expuestos por el secretario ejecutivo de la entidad, Claudio Seebach, ante estudiantes de Derecho U. de Chile.
El ingeniero explicó que introducir cambios a las formas y metodologías de trabajo del Estado es un desafío urgente, principalmente debido al acelerado desarrollo tecnológico y económico que está enfrentando el mundo, lo que hace que la sociedad demande más y mejores respuestas a los organismos del servicio público. Siendo así, el Estado debe saber enfrentar con eficiencia dichos requerimientos.
En este sentido, es esencial una estrategia compartida y una visión colaborativa entre los distintos órganos públicos. En contraste, hoy en día los ministerios no responden a estos desafíos de mayor interdisciplinariedad, pues están administrados por un solo tipo de perfil profesional y de conocimiento, mientras que lo óptimo sería una integración de disciplinas, planteó Seebach.
La idea, acotó, es cómo hacemos que el Estado haga bien su trabajo sin que ello signifique instaurar la lógica de la meritocracia para elegir quienes gobiernan. "Se necesita un liderazgo integrador y eficaz para llevar a cabo el mandato democrático", afirmó.
A su juicio, debe entenderse la reforma al Estado como un proceso permanente, en el que se generen ideas que apunten hacia la integración y colaboración entre los distintos actores. Por ejemplo, en Nueva Zelandia se estableció un Wiki (sitio web en el que distintas personas pueden ir aportando sus ideas) para desarrollar una política de seguridad pública. En este caso, se usó la tecnología para aplicar un método participativo, dijo.
De las propuestas para alcanzar un Estado de clase mundial al servicio de las personas, también se desprenden una mayor profesionalización del Estado, transparencia, evaluación de resultados, mayor participación ciudadana, entre otras.