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Invitado del Programa de Doctorado de la Facultad

Michele Taruffo reivindica la verdad como condición necesaria del Derecho

Prof Taruffo reivindica la verdad como condición necesaria del Derecho

Alejado del relativismo y de la perspectiva postmodernista sobre la verdad, el profesor y destacado procesalista italiano, Michele Taruffo, plantea que una de las condiciones necesarias para la correcta función de la justicia y de las reglas que le dan vida es la verdad.

El catedrático, invitado a dictar una conferencia sobre dicha temática por el Programa de Doctorado de la Facultad, remarca el valor social y jurídico que tiene la verdad para el desarrollo de una sociedad, pues sirve de base tanto para una comunicación entre el poder y la ciudadanía, como para la correcta aplicación de reglas que regulan la vida social.

En contraparte, sostiene que la mentira es un instrumento del poder autoritario y al mismo tiempo hace perder la influencia del Derecho en la convivencia entre las personas. "Si nadie cree que las reglas del Derecho van a ser correctamente aplicadas, entonces nadie las va a tomar en serio", señala.

De igual forma, agrega, aplicar correctamente una regla que castigue un ilícito tiene por condición necesaria la verdad del caso específico. Por ejemplo, los que causan la muerte de un ser humano, es la condición que debe existir, y que tiene como consecuencia la condena. La regla se aplica, en este caso, si dicha condición es verdadera.

No obstante, acotó el profesor, no se trata de una verdad absoluta, porque ésta no existe. Pero si de una verdad acordada.

Oralidad versus escrituración

Por otra parte, el profesor Taruffo fue consultado sobre los sistemas orales y escritos que conviven en la justicia chilena y las posibles ventajas de uno por sobre otro desde el punto de vista de los resultados.

Al respecto, señaló que no era un dogmático y que veía ambos como herramientas que, dependiendo el caso, eran más o menos adecuadas. En algunos podría resultar mejor la oralidad y en otros, más complejos como en el ámbito tributario, donde más que testigos los que hablan son los documentos, la escrituración resultaba más adecuada.