La Corporación de Asistencia Judicial eligió el Aula Magna de Derecho U. de Chile como escenario para la presentación de su cuenta pública y premiar a los mejores practicantes. Una decisión que no fue al azar, ya que dentro de los cuatro estudiantes reconocidos dos son formados en la institución anfitriona.
En la cuenta pública, el director de la corporación, Claudio Valdivia, señaló que el principal desafío, junto con la modernización de los sistemas de gestión de causas, era continuar mejorando la calidad del servicio que se entrega a las personas para, de esta forma, brindarles un mayor acceso a la justicia.
Coincidió con dicho planteamiento la subsecretaria de Justicia, Patricia Pérez, quien destacó la labor social que lleva a cabo la Corporación de Asistencia Judicial al asumir la representación de personas de escasos recursos. Agregó que es fundamental que la práctica no sólo sea una instancia para que los estudiantes cumplan con uno de los requisitos para obtener su título, sino que además para que puedan compartir ideas, trabajar en equipo, aprender junto a profesionales de la corporación y ser un aporte en la labor que el organismo realiza.
Es por ello que en la oportunidad se decidió estimular el trabajo de excelencia, premiando a los jóvenes, tres mujeres y un hombre, entre más de 2 mil que realizaron su práctica profesional. De los cuatro, dos son formados en Derecho U. de Chile. Se trata de Doris Pérez y Alberto Acuña.
Premiados U. de Chile
Doris realizó su práctica en el Centro de Atención de Víctimas de Delitos Violentos, donde trabajó con un equipo multidisciplinario. Afirma tener la convicción que hacer la práctica profesional en la Corporación de Asistencia Judicial no es ningún favor, sino que es lo que corresponde hacer.
Por su parte, Alberto se desempeñó en causas civiles y laborales. A su juicio, la práctica es una instancia que permite retribuir a la sociedad. Destacó, además, que lo que aplicado en la práctica son valores que le ha entregado la Facultad, que por su composición permite valorar a las personas de manera igual, sin distinciones por su condición social.