La noche del viernes 7 de mayo supimos de la repentina partida de don Fernando Pacheco, querido funcionario y quien, como encargado de edificio, recibía diariamente a todas las personas desde su puesto de la Oficina de Informaciones en el Hall Central del edificio principal de nuestra Facultad.
Fue un duro golpe, que se sumaba a las dolorosas partidas de Eugenio Palacios y de María Eugenia Cubillos, en enero y noviembres pasados, respectivamente.
Don Fernando Rubén Pacheco Morales nació en Renaico, región de la Araucanía, el 23 de febrero de 1962 y en 1989, a los 27 años de edad, ingresó nuestra Facultad, desempeñándose como auxiliar en el cuarto piso de Pío Nono, en el Departamento de Derecho Privado, en las oficinas de Decanato y posteriormente en la portería, donde se convirtió en encargado de edificio y responsable de abrir y cerrar la Facultad, y de portar las llaves de salas y auditorios.
Juanita Ovalle, de la oficina de Gestión de Personas, trabajó con él en varias etapas y durante muchos años, forjando una larga amistad. “Fernando parecía una persona de mal humor, pero de verdad era muy reservado y tenía un humor negro, que no todas las personas entendían. Él era una persona de gestos especiales, como cuando trabajábamos en el Departamento de Privado y se estaba desarrollando un mundial de fútbol. Llegó un día con una tele chica para que pudiéramos verlo en las horas de almuerzo. O recientemente, en enero pasado, cuando se hizo la actividad presencial con los mechones, pasó a Pío Nono 140, a dejarme unos dulces que a mí me gustaban. Aunque no podíamos compartir un tecito por la pandemia, me dijo, igual pasó a dejármelos. Así era Fernando”, nos cuenta.
“Don Fernando tenía un gran sentido de responsabilidad y cumplía sus funciones de modo ejemplar. Era amante del ciclismo, del buen humor, siempre atento en el cumplimiento de sus funciones y gran compañero de trabajo”, lo recordó el Decano Pablo Ruiz-Tagle. "Tuvo un marcado sentido del deber y de lealtad institucional que lo hizo quedarse muchas veces hasta muy tarde esperando para cerrar la Facultad. Incluso durante una toma llegó a pernoctar junto a otras personas en la Facultad para asegurar el cuidado de sus instalaciones”, agregó.
“A Don Fernando lo recordaremos como alguien que nos recibía con una amabilidad y una sonrisa única al entrar a la Facultad. Ha sido emocionante ver cómo personas de distintas generaciones han expresado el cariño que como Comunidad sentimos por don Fernando, lo que demuestra su calidad humana y la irreparable pérdida que significará su ausencia en los pasillos de Pío Nono. Sin duda don Fernando se queda en el corazón de todos los y las estudiantes de la Escuela”, señala Miguel Astudillo, Presidente del Centro de Estudiantes, CED.
Marco Contreras, Jefe de la Unidad de Infraestructura y su jefe directo, nos cuenta: “recuerdo que, a los pocos días de haber ingresado a la Facultad, don Fernando me dio la bienvenida con una sonrisa muy particular, en la cual, con ese humor sarcástico, logré identificar que no tendría con él dobles lecturas. Luego, durante los años de trabajo en conjunto, casi todas las mañanas teníamos el siguiente diálogo:
- Marco: "¡Hola, Fernando!"
- Fernando: "Hola mijo, ¿cómo está?"
- Marco: "Bien, Fernando, acá estamos poh mi viejo, ¡¡¡corriendo!!!"
- Fernando: "Así me gusta, con la camiseta puesta".
De más está decir que cuando no lo encontraba, algo estaba haciendo en su "querida Aula Magna", lugar que siempre ocupaba para refugiar su personalidad”.
Frente a esta pérdida, se decretó Duelo Oficial Universitario en la Facultad de Derecho por tres días (conforme al decreto universitario N° 5493 de marzo de 2021), y se izó a media asta el estandarte de la Universidad de Chile en su homenaje, lo que la familia de Fernando Pacheco pudo verificar en el día de su funeral, pues camino al cementerio pasaron por Pío Nono y se detuvieron frente a su querida Facultad.
Nos habría encantado publicar más fotos de don Fernando, pero como nos cuenta su amigo y compañero de trabajo, Rubén Espinoza, no le gustaba que se las tomaran. “Era muy especial”, recalca.
El Decano, junto al Director de Escuela, Miguel González y el Director de Infraestructura, Marco Contreras, asistieron a su velatorio en nombre de la comunidad universitaria de la Facultad de Derecho. Allí estaba junto a su radio a pilas.