Este lunes 2 de agosto asume como Directora Ejecutiva de la División de Derechos de Mujeres de Human Rights Watch, la egresada de nuestra Facultad, Macarena Sáez Torres, quien antes de ocupar este cargo fue académica por 17 años en la Facultad de Derecho de American University. Macarena Saéz se convierte en la primera latinoamericana en asumir este cargo y junto a José Miguel Vivanco, el Director de la División de las Américas, son dos las personas egresadas de nuestra Facultad en puestos clave de la organización internacional, con sede en Estados Unidos de Norteamérica.
Macarena Sáez egresó de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile en el año 1995. Se desempeñó como ayudante del actual decano, Pablo Ruiz-Tagle; integró el equipo negociador de Chile para el Tratado de Libre Comercio con Canadá. Posteriormente viajó a hacer un LLM a la Universidad de Yale. Luego volvió a Chile a hacer clases por años y trabajar a la Facultad de Derecho con el entonces decano Antonio Bascuñán Valdés en la reforma de planes y programas. Regresó a Estados Unidos a trabajar a la Facultad de Derecho de la American University donde estuvo 17 años y donde ocupó los cargos de profesora de planta de Derecho de Familia, Derecho Comparado y Derecho Internacional y Directora Académica del Centro de Derechos Humanos y Derecho Humanitario.
¿Qué responsabilidades le corresponden en el cargo de directora ejecutiva de la división de derechos de mujeres de Human Rights Watch?
Voy a tener el privilegio de liderar un equipo de profesionales dedicadas a la protección y avance de los derechos de las mujeres a nivel global. Esto significa determinar, junto al equipo, los temas, lugares y estrategias que serán prioritarios para la División y potenciar el impacto de nuestro trabajo.
¿Cuáles será sus principales desafíos en el cargo?
Aún es muy pronto para decir cuáles serán los desafíos específicos que voy a enfrentar, pero a nivel de temas preocupantes, pienso en dos en particular: las consecuencias catastróficas del Covid-19, tanto económicas como sanitarias, han golpeado desproporcionadamente a las mujeres en todo el mundo. Los avances en igualdad de educación e integración laboral de las mujeres se estancaron o disminuyeron, la violencia de género ha tomado nuevas formas y el acceso a servicios de salud para las mujeres también ha sufrido retrocesos.
Por otra parte, el rápido aumento de la población carcelaria femenina a nivel mundial es un tema que hay que investigar más de cerca pues se relaciona con falta de autonomía, violencia y criminalización de la pobreza. Hay, por cierto, muchos temas que requieren una mirada más local que global y la División hace un trabajo fabuloso en visibilizar temas específicos.
¿ Cuál es el aporte que la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile hizo en su vida personal y profesional?
Profesionalmente, fue en la Escuela donde desarrollé el pensamiento crítico. Estudié allí en los últimos años de la dictadura y las discusiones en el patio fueron una excelente escuela para aprender a debatir y “desmenuzar” el Derecho. Una vez egresada, fui ayudante del curso de Introducción al Derecho, donde comencé a estudiar teoría feminista del derecho y a desarrollar la perspectiva de género que me acompaña hasta hoy en todo lo que hago. Personalmente, en la Escuela conocí a algunas de las personas que más quiero y admiro, incluido Gonzalo Flores, mi compañero de vida y súper papá de nuestros dos hijos.