Noticias

"Memorias de mis últimos 200 años"

Recorrido por la historia de Chile a través de las experiencias de familia

Recorrido por la historia a través de las experiencias de familia

A través de las páginas de su última publicación "Memorias de mis últimos 200 años", el profesor y director de la Escuela de Graduados de la Facultad, Gonzalo Figueroa, recorre parte de la historia de Chile a través de sus antepasados, figuras de la intelectualidad chilena del Siglo XX.

"Escribí este libro porque tenía que hacer una catarsis para sacar a la luz a tantas personas e historias que rondaban en mi vida y, luego, ver qué quedaba de mi, quién era yo", expresó el profesor Figueroa en la presentación de la segunda edición de la obra.

Relató, además, que pudo conversar con esos personajes de su infancia y juventud, resucitándolos en el recuerdo y viviendo anécdotas de la historia nacional desde una perspectiva subjetiva y familiar.

Así, cuenta en la obra la participación de su abuelo, Eliodoro Yáñez, en la política, como ministro, senador y aspirante a la candidatura presidencial, la que no se llegó a concretar porque en 1915 renunció a ese desafío que le presentaba la Alianza Liberal.

Elite intelectual

Es precisamente Eliodoro Yáñez el gran protagonista, aseguró la profesora Maricruz Gómez de la Torre, una de las presentadoras del libro. No obstante, ocupan también una parte importante Gabriela Yáñez de Figueroa, fundadora del Colegio La Maisonnette, e Isidora Zegers. Ambas fueron referentes de la educación y la cultura de la época.

El libro relata también la experiencia del profesor Figueroa en su labor de bombero, cuando entró al Palacio de La Moneda aún humeante, el 11 de septiembre de 1973 luego del bombardeo. "Gonzalo es un gran testigo de nuestro tiempo", sostuvo la profesora Gómez de la Torre.

Por su parte, el profesor Edmundo Fuenzalida, colega y amigo del autor, señaló que "Memorias de mis últimos 200 años" refleja la múltiple personalidad del profesor Gonzalo Figueroa, pero sin caer en la autobiografía, porque en las páginas se habla de él como parte de un colectivo.

La obra parece un retablo de las iglesias barrocas, que se aprecian tanto en su conjunto, como en la individualidad de sus partes, concluyó.