En su nueva publicación "Las crisis vecinales del Gobierno de Lagos", el profesor José Rodríguez Elizondo realiza una abierta crítica a la forma como se manejó la política internacional chilena en el sexenio 2000-2006. A su juicio, se descuidaron las relaciones con los países vecinos.
El académico de Derecho U. de Chile reiteró sus cuestionamientos al presentar su obra
-editada bajo el sello Mondadori-, asegurando que las hipótesis de que somos una buena casa en un mal barrio o el mejor alumno del curso, son muestra de una "autocomplacencia temeraria" de la diplomacia chilena en el último tiempo.
Sostuvo, además, que en el Gobierno de Lagos faltó la autocrítica en el manejo de las relaciones exteriores al creer que los intercambios comerciales y el tiempo terminarían borrando los resquemores de las naciones vecinas hacia Chile. Por otra parte, a su juicio, en el servicio diplomático se privilegió a gente sin mayor preparación, a los que denominó "espontáneos", por sobre los funcionarios de carrera, dijo.
Rodríguez Elizondo, quien fue embajador de Chile en Israel entre 1997-2000, dijo que el tema de su libro nació de una observación muy simple: Cuando termina el período de Frei Ruiz-Tagle se vivía una etapa de buenas relaciones con los países limítrofes, no obstante, tres años más tarde eso se transforma en una de las peores etapas de las relaciones vecinales, explicó.
Lo anterior se vio reflejado en los cortes de gas de Argentina hacia Chile, los problemas judiciales de empresas chilenas en Perú y la reactivación de la demanda marítima de Bolivia.
El nuevo libro del profesor Rodríguez Elizondo fue presentado, además, por el ex comandante en jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, quien coincidió con el autor en el sentido que las relaciones internacionales de Chile hay que mirarlas desde una realidad multidisciplinaria y no sólo desde la perspectiva de los lazos comerciales. La "tendencia moderna de la geopolítica es a integrar capacidades", señaló el ex uniformado.
Otro de los comentaristas en el lanzamiento de la obra fue el ex embajador jefe de la misión de la ONU para la estabilización de Haití, Juan Gabriel Valdés, quien no compartió todos los planteamientos del libro. Así, por ejemplo, dijo que al ex Presidente Lagos, a quien definió como un capital invaluable para la política exterior, le tocó una época compleja donde sus interlocutores no estuvieron a la altura.