Desde los primeros antecedentes de la creación de una universidad en el país hasta la fundación y posterior evolución de la Universidad de Chile, fueron los temas abordados en un foro que reunió al profesor de la Facultad y Premio Nacional de Historia 2010, Bernardino Bravo, con académicos como Fernando Lolas, Alejandra Araya y Miguel Orellana.
En este contexto, el profesor Bravo señaló que la universidad no se define por la mera transmisión del saber, sino por el cultivo de éste, por su generación, y además por el privilegio de graduar.
Acompañado también por el embajador de España en Chile, Íñigo de Palacio, el Premio Nacional se refirió así a las características y funciones de la conventual Universidad Católica de Santo Tomás de Aquino (1622-1747), que tenía sólo dos Facultades: Filosofía y Teología; pasando luego por la Real Universidad de San Felipe (1747-1842), más compleja, con cuatro Facultades.
Ambos son los antecedentes de lo que más tarde sería la Universidad de Chile, fundada en 1842 y que comenzó su funcionamiento en 1843. En el foro se abordó su evolución y la incorporación de otros actores hasta llegar al actual sistema universitario, con instituciones de disímiles características, que no responden todas al concepto de universidad, enfatizó el profesor Bravo. También se refirió a las principales universidades europeas y latinoamericanas, sus funciones y características.
Posteriormente, se dio paso al debate titulado "La Universidad de Chile y la Real Universidad de San Felipe: ¿Continuidad o una nueva institución", a cargo de los profesores Araya y Orellana.
En dicho marco, el Coro Lex ofreció un breve repertorio conmemorando los 257 años de la carrera de Derecho.